sábado, 2 de enero de 2016

Iluminando mi concepción

CONVERSACIONES DE AIRE Y FUEGO
un adelanto del próximo poemario que publicaré pronto es tarde.




"...meditar es leerme a mi misma, comprender las profundidades del fuego que me ha engendrado y abrazar la entraña del ser que me contiene ahí en su fuente de agua y paz, en la casa-agua, mi creadora, mi madre y su infinito amor"

Fuego dice: Vuélvete aire en mi aliento y que el tiempo transcurra lento aquí en mi tercer ojo, sin nada ni nadie que nos contenga ni detenga en este encuentro etéreo, que hable el viento y me incendie toda aquí en la eternidad de esta mirada.

Viento dice: Soplo, vuela, incendia todo a tu paso, que demasiada inundación has nadado.

VUELO DESPUÉS DEL DUELO


VUELO DESPUÉS DEL DUELO

Un poema para EMMA.



Un big bang explotó cual remolino acuático en mi entrecejo
derritió las voces selladas
por el instante súbdito que te arrancó de nuestras vidas.

Un big bang explotó
en versos el retorno del ciervo y la fábula sumergida
en la fuente amada
en tus ojitos de sésamo.

Un big bang navega el mar muerto
de donde vienen los cantos
suelta la voz secreta en la quietud de la esfinge
y ni así lo comprendemos…
hay secretos con los que ciertas ausencias
no saben lidiar;
se devuelven hacia adentro por la garganta inflamada de silencio
con agua guardada para nadar en ella la voluntad 
de construir una nueva barca
ante el diluvio del duelo,
para aguardar junto a Caronte
la comprensión de lo etéreo transcurrido en oración.

En este big bang aguavientado
reventando la cordura,
en sus orillas de hielo
bañas tu hermosura poEMMA de nuestras vidas,
nos regalas la melodía de tu presencia en versos
atravesando el desconcierto de tu partida
y haces contundente
una poética de fábulas y ciervos alumbrados por el tiempo.


Un big bang en este espacio vacío,
machetea el río del duelo
para no dejarle cicatrices al alma
cuando se deja el cuerpo en la armonía de estas olas pacíficas sin pacífico
rozando la cueva del minotauro en el sueño con la luna en Petra;
presta a alzar vuelo después del duelo.