miércoles, 23 de octubre de 2013

Como vuelan las mariposas


Santa Cruz, Octubre 22, 2013.
20:00 
Museo de arte contemporáneo

Para mí la poesía es el diálogo entre lo que recibimos y agradecemos, hay muchas formas de agradecer, una sonrisa, un abrazo, una mirada, un gesto con las manos, un dibujo, una melodía, un lienzo, una fotografía, una lectura de lo que una escribe,en fin, el acto que nace el instante en que se recibe, esa es la gratitud.

Es así, que en este momento poético en el cual nos encontramos, quiero, desde mi sencillez y espontaneidad, agradecerles por estar aquí, a todos los presentes en cuerpo y alma, y también a los ausentes en cuerpo, que me mandan su energía en esta noche.

Gracias a quienes me permitieron mostrarles esta noche mi segundo poemario, titulado Como vuelan las mariposas, gracias a mi madre por su luz,a La Hoguera por abrirme las puertas de su casa editorial, a Dayliana y Maria José por acompañarme en todo el proceso de edición del libro, y la organización de este momento.

Gracias al profe Edgar Lora por sus lecturas y comentarios, gracias a mis amigos Roger Otero, Emma Villazón, Juan Murillo, Homero Carvalho y Marcos Sainz, por la franqueza y dedicación que pusieron en la lectura de mis borradores, por sus aportes y sugerencias.

 
Gracias  a Valentina Bacherer por aceptar leerme y acompañarme en este vuelo, desde sus fotografías en los marca páginas. Gracias a Adriana palicio por leerme y dialogar conmigo desde sus ilustraciones en el interior del libro. Gracias a Roxana Hartman por su lectura y por crear el rostro de como vuelan las mariposas, gracias por ilustrar la portada y por escribir mis versos en las poleras que están exponiéndose junto a los cuadros de Valentina y las ilustraciones de Adriana.

Gracias a Isachela (Isabel Jordán) por dialogar conmigo desde la pintura y performance que nos ha acompañado desde que inició la noche y sigue regalándonos color y movimiento.

Gracias a Gustavo Rivero por musicalizar mi lectura de algunos poemas, la misma la han estado escuchando mientras llegaban y la seguirán escuchando luego, junto a Gustavo Rivero y Diego Moscoso, amigos y músicos.
Gracias a Mary Carmen y todos los que compren el libro y se animen a leer en silencio y en voz alta esta noche en la que vuelan las mariposas.

Gracias a Cami (Camila Ruíz), por sus notas dialogando con mis versos desde la pregunta inaugural de mi libro: ¿quieres saber cómo eclosiona una rosa, luego el beso de la mariposa?

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Los poemas leídos al ritmo de la flauta traversa de Camila Ruíz:

ESPEJISMOS
 En primavera
quiero abrir todas las puertas
de tu maravilloso ser.                                                                                     
¿Me das las llaves?
… o entro por la ventana.

FARFALLA
 A vos,
la querida,
la que impregna con su vida
el aire que respiro,
la que perfuma las calles
de la ciudad que camino.

A vos,
la querida,
la que evoca borboletas,
en el vientre y en la mente.

A vos,
la querida,
la que desbaraja el día,
entre palmera y palmera,
entre libros releídos,
entre dibujos-excusas,
entre aleteos-sonrisas,
entre el sueño y el ensueño,
para caer al vacío que me permita decirte,
«¡cuánta luz ha dado tu risa a mi ser!,
¡cuánta salud ha dado tu pupila a mi pulso!,
¡cuántos latidos dicen tu nombre!».

A vos, la querida,
te digo,
«¡salud!,
por devolverle a mis días
la luz de la juventud,
reposando en la noche
del abrazo revoltoso».

CONTINENTES HABITADOS
 Al mirarte en mi ensoñación
bailé en las llanuras de la Amazonia,
nadé en las aguas del Mediterráneo,
ahí cerquita del río Jordán,
bauticé la memoria
del alma que espera mi vuelo.

Al mirarte recordé el sueño
en el que habitas mis entrañas
recitándome a Quevedo en el Siglo de Oro.
«¡Me cuesta entenderte!».
Y me dices:
«No hay nada que entender,
solo vuélvete conmigo
el mismo río que transita estos caminos».

Al mirarte vislumbré
nuestras vidas volando
sobre las serranías de Santiago
convertidas desde un rito
en pirámide de Egipto
que narra los mitos
de dos continentes
que resultamos ser
vos y yo.
           
Al mirarte acepté
que cuando arrecien vientos
de arenas desérticas
y la crisis de no saber
cómo lidiar con la cotidianidad,
el ceño cansado y renegón,
en lugar de amarrarnos a la ira
decidiríamos dar
un borboleteo anacoreta
en el Tíbet,Monte Carmelo, Jerusalén
o en alguna serranía de la Chiquitanía,
con la manía de conversar pacíficamente
sobre nuestros demonios.

Al mirarte
afiancé en mis alas
la esencia del atardecer en Chochís,
empujando mi vuelo
con la furia de sus vientos.

 LA NOCHE QUE NO ME SUICIDÉ
Bailabas en el canto de Watteau,
pintándome un carnaval
de engañosas mariposas
que regalan odiseas.

La noche que no me suicidé
caminabas en las rieles
de mi infancia
cual serpentín viajero

La noche que no me suicidé
tomabas mi mano
y nadaba mi loto en tus aguas.
Despertabas mi boca
cual mujer extasiada
en«El Beso» de Klimt.

La noche que no me suicidé
zambullí mi existencia en el fondo del mar,
para nadar
con alas y sin cabeza,
cual Victoria de Samotracia,
en todas esas noches que no me suicidé.

La noche que no me suicidé
me habló tu sonrisa
desde la escritura de Baudelaire.
Me abrazaron tus brazos
desde la «risa y el olvido» de Milan Kundera.
Me mojaron las aguas
de«El mismo mar» de Amos Oz,
para mecerme cual «Hija amada»
en la escritura de Toni Morrison.

La noche que no me suicidé
me visitó la orilla encastillada
en el río de Rubens
y mis jardines de pereza
me pintaron Girasola,
matando a la curiosidad por saber
qué hay en el vientre de la muerte
la noche que me suicidé.

AYÚDEME A ESCRIBIR
Siga las pautas y obtenga su propio poema, ayúdeme a encontrarme y suélteme.

Para no ser un pobre misterio,
para no ser olvido
y encontrarme,
pregunto en mi letanía, luego de la noche en que no me suicidé:

¿Hacia dónde va la luz cuando se apaga?
Responda con los ojos vendados.

¿Por qué lo sagrado es huérfano?
Recite una oración antes de responder.

¿Por qué la luz oculta más que las tinieblas?
Responda su mentira con las verdades de otros y encienda su propia luz.

¿Por qué no leí tu silencio?
Grite hasta la afonía de sus sentimientos y trague un puñado de tierra rociada a las cinco de la mañana.

¿Por qué no hallaste mis palabras?
Traduzca el idioma de sus latidos antes del amanecer.