domingo, 2 de junio de 2013

NACE POESÍA SILVESTRE DE ADRIANA LANZA



                               LA DANZA DEL CURUCUSÍ EN LA MENTE DEL MONTE



Poesía silvestre es el parpadeo del curucusí en la selva misteriosa donde habitan los jaguares, el río, la resina de los árboles, la distancia y los ojos que giran como mandala en su despedida que es entrega y desprendimiento.

Poesía silvestre es el ardor escuchado con las flores del cuerpo y con la mente del monte, capaces de callar el “volumen del mundo”, para oír tan solo la “evidencia del corazón que rebasa la jaula” y evoca el ingreso de “impetuosas proposiciones: desde saltar el muro con cautela para robar naranjas, hasta devorarse en la cama a partir de la oreja.”

Luego del ímpetu con los habitantes de la selva, retorna el curucusí a su propia luz, planeando con sus diminutas alas los próximos vuelos-parpadeos para guerrear con el tiempo y la distancia, pero las circunstancias son tales en su oreja, en su selva, en su ser hecho  jaguar, resina y río, que en “desborde” somos testigos de que “ni el más grande transatlántico puede con la marea de lo fervoroso” y la danza del curucusí en la mente del monte.



Claudia Vaca