martes, 22 de abril de 2008

CONSTRUYENDO PARADIGMAS

Claudia Vaca Flores

Independientemente de lo que haya sucedido en mi vida, de cuan joven o vieja crea ser, he aprendido de que somos capaces de transformarnos y crecer, sirviendo; haciendo los pensamientos tangibles y ante todo creando –entiéndase éste término en su totalidad integradora, sinérgica y transformadora-.

La creatividad es producto de la activación de nuestro potencial emocional y mental, ella debe estar presente en cada milésima de segundo de nuestras vidas, los educadores (medios de comunicación, madres, padres, gobiernos, empresas….tod@s) debemos fomentar este estado en la sociedad, en la mente de la colectividad, de éste modo las posibilidades de Desarrollo conciente se ampliarán y nuestro avance será producto del aporte de todos y cada uno de nosotros, quienes somos la razón de ser y existir.

Hay suficiente para cualquiera y alguien en el mundo, debemos aprender a distribuir nuestros recursos y energías, concentrémonos en lo que queremos. Señores medios de comunicación, dejen de mostrar las violaciones y actos la debilidad humana, dejen de hacerse ricos a costillas de la desgracia ajena. Ello no implica ignorar y dejar inmune a la violencia o la injusticia, sino dejar de resaltar y darle tanta importancia a aquello que en realidad no merece. Disminuirá la violencia a medida que la mente humana, los ojos vean menos violencia, concentren sus recursos en exhibir, fomentar, difundir, promocionar las creaciones de niños, jóvenes, adultos, la ciencia, el arte, la cultura, la tecnología.

Concentremos nuestras energías en luchar CON y no CONTRA, de éste modo aprenderemos juntos y nacerá la UNIDAD, y dejaremos de competir entre unas y otras instituciones, nos daremos cuenta de que existen muchas instituciones y personas con objetivos comunes, por tanto lo único que hace falta es UNIRNOS en función a éstos objetivos comunes, caminar juntos, luchar no contra alguien, sino contra las situaciones que atentan a la capacidad creadora, y así alcanzaremos el desarrollo, cumpliremos la meta que nació en nuestra mente y corazón.


Responsabilidad con lo que se informa, es lo único que pide una ciudadana de la tierra y sus maravillas naturales. Exploren nuevas formas de hablar del problema, vean al problema como un desafío para crecer como sociedad, transmitan eso a la mente de nuestra colectividad, para que así todos nos concentremos en las soluciones, y no en los problemas, señores educadores en masa, ¡sí! a ustedes me dirijo señores medios de comunicación: Que la responsabilidad aquí demandada, nazca de la conciencia de que día a día, noticia a noticia, con todo ello están construyendo paradigmas.
Por tanto concentrar y proyectar aquello que nos hace crecer, dejar de transmitir virus en la mente de la humanidad, transmitir posibilidades de construcción de vida, es la nueva labor que debieran gustosamente emprender.

No es que se niegue u oculte lo malo, sino que estamos aprendiendo a liberarnos de “códigos culturales”. No olvidemos que la Cultura se construye día a día, la construye la colectividad, la confirman los medios de comunicación, a medida que se da relevancia a uno u otro hecho se está documentando la historia de una sociedad, por tanto ¡es hora ya!, de que ustedes, educadores en masa se den cuenta de que están escribiendo la historia de nuestra sociedad, el modo en que la escriban, determinará el presente y futuro de Bolivia, influirá en la actitud del ciudadano en su sociedad.

Repito, la cultura la construimos día a día, año tras año, siglo tras siglo; la lente con la que veamos y la tinta de pensamiento con la que decidamos escribir y actuar para hacer cultura, es lo que dejaremos a quienes vendrán luego de nosotros; cabe decir que la cultura no es hereditaria, por tanto no es justificable que sostengamos nuestros errores bajo la premisa de que así lo hacían antes, tenemos la capacidad de DECIDIR, por tanto decidamos dejar aquello que destruye y encaminemos nuestras energías hacia aquello que construye y sostiene la vida.

Tanto los educadores en masa, como nosotros, ciudadanos humildes, somos responsables del ahora. El mañana que vendrá, depende en gran medida de lo que hacemos ahora, al servicio de qué pensamientos, sentimientos y acciones, nos ponemos…eso lo decidimos nosotros, el ser humano es el ser vivo que se caracteriza por tener el poder de DECIDIR –e incidir- al servicio de qué y quién ponerse; y ustedes los educadores en masa, tienen la vital responsabilidad de guiar ese poder de decisión hacia la construcción y transformación, o hacia la destrucción y estancamiento. Recordemos que el siglo XXI ha sido denominado el siglo de la información, porque en función a lo que se informa, se construyen puentes o muros. Por tanto está en sus manos, en ésta construir una sociedad de la confianza y dejar en el ayer la desconfianza, de la seguridad y no del temor, del amor y no del terror, de la lealtad y no del engaño.

Señores financiadores, administradores de grandes recursos, ustedes también tienen una responsabilidad histórica, la de distribuir adecuadamente sus recursos, de invertir y no de gastar…¿cómo harán esto?, pues concentrándose en los procesos de transformación creativa, en el capital social que plantea soluciones a desafíos reales y no inventados simplemente para obtener fuentes de financiamiento, financien a los medios de comunicación que realmente quieren contribuir al desarrollo, a movimientos creativos que toman la iniciativa en pro del bien común, del desarrollo de todos y cada uno de quienes somos la razón de ser de ésta sociedad.

Señores gobernantes, autonomistas y pro constituyentes, tienen la oportunidad de darnos una constitución política del Estado que esté al servicio de todos, una autonomía que beneficie al pueblo y no a grupos de poder; con inclusión, con identidad en la diversidad, justicia social, trabajo con salarios más que básicos.
Concentren sus energías, sus propuestas y pensamientos en las fortalezas de nuestro país, aúnen visiones individuales-departamentales y construyan con ellas una visión PAÍS, utilicen la confianza depositada por los ciudadanos bolivianos, en pro del boliviano, no del paceño, ni del cruceño, ni del tarijeño, ni del beniano, pandino, chuquisaqueño, orureño….sino del BOLIVIANO-HUMANO.

Que el proceso histórico político, social y económico en el cual nos encontramos ahora nazca desde una VISIÒN PAÌS y se dirija hacia una ACCIÓN PAÍS en/con/para/por todos los habitantes de este diverso y potente espacio físico-humano del planeta tierra. Visiones-Acciones que aporten al planeta, que Bolivia sea un país de aportes a la humanidad, porque potencial es lo que nos sobra, solo debemos empezar a distribuir correctamente éste potencial país.

Me digo y nos digo a todos los ciudadanos de esta tierra que ciudadanía no es un voto, ciudadanía son las acciones que ejercemos día a día, pensando en el espacio donde vivimos y las personas con las que convivimos. Humanos bolivianos, recordemos que podemos ejercer influencia por/sobre el futuro, podemos decidir por/sobre él…del pasado, solo podemos aprender; tenemos al presente acompañándonos hoy: Concentrémonos en/con él, viéndolo como la encrucijada que tenemos para decidir y construir unidos el futuro –que por cierto, está a la vuelta de la esquina-

Concluyo diciendo que ahora, a mis 23 años, con voluntad y valor para seguir sirviendo a la humanidad y a la naturaleza, entrego mis pensamientos-acciones-sentimientos a todo aquello que permita el crecimiento conciente y natural de mi entorno; las ideologías, son herramientas, cada una ha sido útil en determinado momento de la historia, cada una tiene una función que cumplir, son útiles en la medida en que el humano está atento y respeta los procesos históricos en que le ha tocado vivir, cada una tiene su momento y su lugar.

Hoy por hoy, lo único que puedo decir con convicción es que: Comprendí que la Revolución es parte innata de la vida, que debe estar acompañada de una actitud de desprendimiento y nobleza, la Revolución es comprender que entre el vaivén de experiencias que nos permiten crecer o estancarnos, está la decisión que tomamos ante la vida. La revolución no es un instante de armas y balas que vuelan contaminando el aire, condenando al humano a respirar tóxicos, no es un instante de sangre y violencia; la revolución es un día a día, es la voluntad de hacer algo concreto que contribuya al desarrollo equitativo de nuestras capacidades puestas al servicio de la comunidad.

Comprendí que la revolución es servir, con la conciencia constante y sonante de que el aporte mínimo de un individuo sumado al de muchos otros individuos e instituciones que luchan por lo mismo es lo que marca la diferencia, éste aporte cobra fuerza propia cuando éstos esfuerzos y voluntades individuales e institucionales se UNEN provocando así una sinergia cuyo único resultado es el goce de haber contribuido a un fin humano, desde la luz de la UNIDAD, con todos los esfuerzos puestos al servicio de todo cuanto nos da vida (aire, plantas, animales, agua, humanos, etc.) y fomenta la creatividad en pro del bien común.